“Me he dado cuenta de que hacer lo más inteligente solo es una buena idea cuando se trata de decisiones pequeñas. Para las cosas que te cambian la vida, hay que arriesgarse.
Y ahí está lo sorprendente: cuando te arriesgas, cuando haces lo correcto, cuando llegas a los límites del sentido común y cruzas a territorio desconocido, dejando atrás todos los olores y luces familiares, no experimentas una gran alegría ni una enorme energía.
No eres feliz. Las cosas empeoran.
Es un tiempo de lamentos. Pérdida. Miedo. Nos acribillamos a preguntas. Y luego nos sentimos tiroteados y heridos.
Entonces aparecen todos los cobardes y dicen: «¿ Ves?, ya te lo dije».
En realidad, no te dijeron nada.”
(de: ¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?, Jeanette Winterson)
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Quan prens decisions arriscades que comporten canvis i surts de la zona de comfort, passes per zones incòmodes, per jo no diria que tot empitjori i que no siguis feliç.Deixes el comfort i vius més intensament. A la llarga, quan totes les peces encaixen amb coherència, no hi ha color.